La relación entre mi hermano menor y mi bebé

Recuerdo que estaba en la universidad, cuando me enteré que iba a tener otro hermanito, ¡oh sorpresa!, me emocione tanto y quería que fuese una niña, pues siempre quise tener una hermana, desde chiquita le pedía a mi mamá una hermanita, como si de ella dependiera eso (jajajaja). Soy exactamente 20 años con 7 días mayor que el último de mis hermanos, que podría decir que soy su segunda madre (por los años de diferencia), con él sentí la emoción de comprar ropa de bebé, de cambiar pañales... y es así que por mucho tiempo mi hermanito ha sido el consentido de la familia, mi consentido, que tiene dos madres y prácticamente fue criado como hijo único, ya que cuando él nació, mi otro hermano y yo, ya estábamos en la capital estudiando en la universidad, por lo que nuestra relación fue diferente desde un principio, compartíamos tiempo solo en vacaciones cuando nos visitábamos y nos convertimos en sus protectores; recuerdo que de pequeño aceptaba que éramos sus hermanos, pero no aceptaba que le diga mamá a nuestra madre o que ella me diga hija, aunque es comprensible debido que no convivíamos mucho con él, nuestra relación era y es a distancia, pero conforme crecía fue comprendiendo y entendiendo que teníamos los mismos padres y por eso somos hermanos –jajaja- ¡suena loco no!.

Es por ello que, hace un año, cuando quede embarazada, nos preocupamos en cómo iba a reaccionar con la noticia, pensábamos que se iba a poner celoso; pero, mi embarazo lo emocionó muchísimo, desde el primer día me preguntaba de todo, que si ya se escucha su corazoncito, si ya se nota mi barriga, que si ya patea, que si ya creció, que si ya sabemos que sexo, y así su curiosidad por saber de mi embarazo y de mi bebé era infinita, debo reconocer que fue el tío más entusiasmado con mi embarazo. 

Se conocieron cuando mi princesa tenía 3 mesesitos, mi hermanito no podía estar más emocionado, quería presentarla a todos sus amiguitos de la escuela, me "ayudaba" en sus baños, él era quien me alcanzaba el jabón, la distraía mientras la bañaba, abrochaba sus politos, le echaba la colonia y eso se hizo costumbre todas las tardes, le hacía jugar, mi bebé seguía los sonidos de la sonaja, le conversaba, le contaba historias y era emocionante ver que con al transcurrir de los días, se iba formando un vínculo entre ellos, basado en el amor y sé que mi hija, es como su hermanita menor y que mi princesa va a tener a ese hermano mayor que la proteja y cuide siempre. Sin embargo, algunas veces hemos notado que muestra celos, no tanto por mi (su hermana), sino por mi mamá (la abuela), pues mi hermanito es muy pegado a mi madre, por lo que esta reacción es normal, al ver que mi madre le dedica tiempo a mi hija, que me ayuda con su cuidado, puede pensar que está perdiendo su cariño, por lo que tratamos que participe en el cuidado de la bebé, ayudando con el doblado de la ropa, o alcanzando el pañal al momento que la cambiamos y de esta manera se siente útil y manifieste su cariño hacia su sobrina, también conversamos bastante, aclarando sus dudas o temores que pudiera tener. 

Este verano, sobrina y tío han podido interactuar mejor, ya que mi bebé ya gateaba y mostraba más interés en los juegos, compartían momentos juntos, hacían carreras de gateo, tocaban instrumentos, mi hermano le contaba historia, armaban los legos o más bien mi hermano los armaba y mi hija los destruía –jajaja-, sin duda dos pequeños en casa cargados de baterías era como un terremoto, alborotaban todo, pero verlos compartir juegos, aventuras, me llenaba de ternura.

Ahora sé que todo lo que yo no pude compartir con mi hermano menor lo tendrá mi hija, pues serán muchos momentos de sus vidas juntos entre travesuras, alegrías, tristezas anécdotas, logros, bueno porque no en algún momento tendrán sus peleas, que sé lo manejaran bien o sino ahí estaremos para guiarlos, pero siempre tendrán esos recuerdos de infancia y formaran una amistad inigualable, que, aunque en un futuro tomen caminos diferentes siempre tendrán un motivo para reencontrarse y pase lo que pase siempre se tendrán el uno al otro, pues el vínculo que han formado es muy especial y único.

Más a delante hablaremos de los innumerables beneficios que tus hijos crezcan junto a niños pequeños, así sean sus hermanos, tíos o primos, cultivar este vínculo, le ayudará a generar sus primeas amistades, a expresar sus emociones, a relacionarse con los demás, a mejorar su autoestima, a comprender el significado de la lealtad, el amor, la confianza, la amistad y a tener un compañero de aventuras para toda la vida.

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