El primer viaje con mi bebé

Cuando planifiqué el primer viaje con mi bebé, hace exactamente un año, solo pensé que sería bueno aprovechar parte de los meses de mi descanso de maternidad, para ir a visitar a sus abuelitos y resto de familia que están en provincia y la puedan conocerla. Tenía apenas 2 meses y medio, cuando se subió por primera vez a un avión. No voy a negar lo agobiante que fue organizar el viaje, el temor a que le pase algo al abordar o durante el vuelo. ¡Nervios totales!

La experiencia de planificar este viaje fue alucinante, tenía que organizar toda la logística, porque luego de aterrizar teníamos que tomar dos movilidades más para llegar hasta la casa de mis padres. La primera movilidad iba a ser de 4 horas aprox., cuatro horas enteras metidas en un bus, en una zona con un calor espantoso, para luego tomar otra movilidad de 2 horas en otro bus en una zona de altura donde la temperatura desciende y se siente frío. 

Una vez teniendo toda la logística organizada, que fue cuando Grecia tenía semanas de nacida, solo quedaba esperar el día. Así que, días antes del viaje tocaba alistar las maletas, yo quería llevar de todo, pues Grecia crecía demasiado rápido y si alguna de sus ropitas las dejaba corría el riesgo que nunca las vaya a utilizar - jajaja- (eso pensaba). A pesar que sabía que iría sola, con Grecia y las maletas, y que intentaba ir ligera de equipaje, no pude. Lleve tanta ropa como para dos meses, cuando solo nos íbamos a quedar un par de semanas, e inclusive el maletón de 20 kg faltaba. Lo sé, fui demasiado exagerada.  

A ver como equipaje de mano, tenía mi cartera con todos los documentos, celular y algunas cosas personales y aparte la maleta de mano llena de cosas: juguetes, ropa, mucha ropa, pañales, pañitos húmedos, babero, etc... Pues, entre que salía de casa y llegamos al destino iban a pasar unas 7 a 8 horas aproximadamente, y eso significaba varios cambios de pañal, cambios de ropa, juguetes para distraerla, era época de invierno, así que un par de mantas, waw. La maleta de mano estaba repleta, ya no entraba nada másPor ejemplo en la foto que acompaño a este post, podrás ver que lleve hasta una almohada.

Ya te podrás imaginar mi bolso, la maleta de mano, la bebé, con todo eso parecía misión imposible. Felizmente, días antes del viaje nos enteramos que una de mis tías viajaba e hicimos lo imposible por conseguir pasaje para el mismo vuelo. No sé qué hubiera hecho sin su ayuda, llego cuando menos lo esperaba y aunque ella estuvo en otra fila durante el vuelo, no voy a negar que luego en el trasbordo me fue de mucha pero mucha ayuda. ¡Gracias tía Maiga!.

Ambas llegamos a casa de mis padres, agotadas. Yo, aliviada por haber superado aquel reto del primer viaje solas y por avión y a un destino bastante lejano, porque créeme cuando te digo que antes de ese viaje salíamos solo a las consultas con el pediatra, o a visitar a algunos familiares que viven cerca y de ahí la pasábamos más en casa. 

En definitiva, no me puedo quejar de mi experiencia, mi princesa sencillamente fue extraordinaria, se portó muy bien.  Les cuento que unos asientos más a delante había otro bebé casi de la misma edad de mi princesa y de verdad la hora y media que duró el vuelo la paso llorando y pensé, que afortunada soy, porque realmente Grecia se fue súper tranquila.

Supongo que parte de esa tranquilidad fue, porque yo le daba lactancia materna exclusiva hasta los nueve meses, ahora lo comparto con la fórmula, pero como les decía, creo que parte de esa tranquilidad que noté durante el viaje fue porque tenía a disposición mi pecho para darle su tete cuando tenía hambre, no puedo ni imaginar cómo hubiera sido si hubiese tenido que preparar el biberón, creo que pudo haber sido un caos.  

Esta fue mi primer experiencia viajando sola con mi hija y a ti cómo te fue en tu primer viaje?.

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