Mi hija se pone celosa cuando su padre me abraza

Los niños pequeños siempre nos sorprenden con sus reacciones. Una de las reacciones más curiosas que podemos observar se da cuando se ponen celosos de que sus padres se acaricien. Por lo general, los pequeñines quieren a mamá exclusivamente para ellos, y no la quieren compartir, por lo que muchas veces cuando observan que entre sus padres hay manifestaciones de cariño suelen molestarse y manifestar sus 'celos' mediante gritos, lloros, enfados. Por ejemplo, mi hija se pone entre nosotros para evitar que tengamos contacto - parece una detective, cuando nos ve juntos en automático va hacia nosotros y me jala hacia su espacio, como que reclamándole a su papá. - jajajaja-.



Cuando los niños son menores a dos años, todavía no comprenden sus reacciones y muchas de sus manifestaciones de celos pueden pasar desapercibidas, pero conforme crecen pueden mostrar conductas un poco más agresivas como morder, pellizcar, golpear al "rival", e inclusive hacer cosas que saben que no deben hacer con la finalidad de llamar la atención. 

Los celos infantiles son un sentimiento normal que surge en un niño cuando se siente desplazado, no correspondido, o siente que tiene que competir para ganar el cariño de sus padres. Los celos consisten en un resentimiento hacia la persona que se supone está 'obligada' a prestarle su atención y que por diferentes circunstancias el niño percibe que no la tiene. Por ejemplo, una de las situaciones que provoca celos en un niño, es el temor a perder el afecto de uno de sus padres, ya sea porque que haya un motivo concreto o producto de su imaginación, que suele darse cuando existe una excesiva dependencia o necesidad de uno de los padres (normalmente de la madre) provocando que considere al otro progenitor como un 'rival'.

Se podría decir que, lo 'positivo' de estos celos, es que tu hijo sabe quién eres y con ello refleja el gran vínculo afectivo que han formado, pues es normal que tu pequeño(a) se sienta muy apegado a ti (mamita), sobre todo si estás dando de lactar, e inclusive puedes notar que en ocasiones llora cuando te alejas o que no pasa ni un minuto con su papá y ya te está buscando o reclama tu presencia mediante el lloro, o un grito o un llamado - ma, mama -. 

Ten en cuenta que es muy importante que tu hijo exprese su enojo, ya que así podrás ayudarle a comprender sus emociones y sentimientos de una manera más sana y adecuada para todos, lo ideal es compartir con él o ella ese momento respetando su sentimiento sin juzgarlo ni rechazarlo. No cometas el error de evitar esas muestras de afecto delante de tu hijo(a), por más incomodas que sean sus reacciones, pues creerá que con su actitud está logrando controlar a sus padres y eso también es perjudicial.

Tu tarea como madre consiste en ir mostrando poco a poco a tu hijo, que es normal el afecto que existe entre papá y mamá, que como hijo(a) no decide lo que suceda en la pareja y que en ese aspecto no tiene que interferir; que la relación de pareja está muy independiente del cariño y amor que le tienen. Recuerda que, con una buena relación en familia, se refuerza el crecimiento de tu hijo y que el amor de pareja también nutre a los hijos. Y, si mamá y papá se miman, se tratan cariñosamente, el hijo también puede compartir ese amor y sentirse parte de él.

Los celos son un estadio relativamente normal que hay que superar y no tienen importancia sin son circunstanciales y pasajeros, pero hemos de prestarles atención cuando alteren la convivencia y el desarrollo normal del niño o sean persistentes, ya que, así como los celos, durante las etapas de crecimiento de tu hijo deberás ayudarle a aceptar todos los demás sentimientos que vayan surgiendo: tristeza, enfado, miedo, alegría, sorpresa….


Con el tiempo tu hijo aprenderá a aceptar que sus padres se abracen, se acaricien, se besen y podrán compartir momentos muy amenos y divertidos juntos, en familia. 

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