Cada niño tiene su propio ritmo

Muchas veces sin querer presionamos a nuestros hijos para que aprendan a hacer tal o cual cosa, desde gatear, ponerse de pie, dar sus primeros pasos, dormir toda la noche de corrido, pronunciar pronto sus primeras palabras, dejar el pañal lo antes posible, adaptarse al nido, comer ensaladas, etc. Si bien es cierto es normal que estemos preocupados por su evolución y desarrollo de acuerdo a ciertos parámetros o tablas, pero la realidad es que cada niño tiene su propio ritmo evolutivo, por lo que debemos tener el máximo respeto posible. 

No es fácil respetar este desarrollo natural, y aunque dentro de nuestra responsabilidad como padres está guiarlos, enseñarles y supervisar su aprendizaje, en este camino muchas veces terminamos forzando a nuestros hijos a crecer antes de tiempo, obligados por las circunstancias o por las presiones sociales. Lógicamente debemos estar alertas porque tampoco sería normal que un niño de dos años no anduviera o que un niño de cuatro años no hablara, por decir algún ejemplo. Pero, salvo que tu niño tuviera algún problema de salud, físico o psicológico, terminará haciéndolo en el momento justo, cuando se sienta preparado.

Obligar a nuestros hijos a dar un paso cuando todavía no está preparado, o insistir en que deben dejar la lactancia cuando todavía no están maduros para hacerlo o insistir que se terminen toda la comida servida o peor aún compararlos con sus hermanos o amigos, etc., a la larga es terrible para su desarrollo. Es preferible dejar que ellos evolucionen a su propio ritmo, para fortalecer su autoestima y confianza en ellos mismos. El hecho de que tarden un poco más en hacer algo no significa que sean menos o peores, simplemente que están creciendo a su ritmo, de acuerdo a su etapa evolutiva. El tiempo es tan perfecto que no hay necesidad de apresurarlos,

Inclusive, muchas veces queremos que nuestros hijos hagan cosas que no van con su personalidad, por ejemplo, queremos que baile, a mi como madre me puede gustar bailar, pero a mi hijo no, y cuando no lo hace nos frustramos e insistimos a que lo haga. Recuerda que cada niño es único y especial, por lo que no puedes exigirles lo mismo a todos. Cada niño tiene sus propias capacidades y se debe tener en cuenta para respetarlo y para evitar que caigan injustamente en la frustración de sus posibilidades por haber sido tratados de forma inadecuada, sin respetar su ritmo de aprendizaje e imponiendo un ritmo que no les corresponde. 

Por ejemplo, el otro día leía una noticia que se volvió viral respecto al curriculum de un niño de China de tan solo 5 añitos, que puede causar ternura, pero al mismo tiempo refleja la feroz competencia a la que son sometidos desde muy pequeñitos. Pues según el medio asiático South china Morning Post, la competencia por entrar a un jardín de infancia o colegio privado de élite en el país asiático, es un fenómeno muy común. Esto sin duda, refleja la ansiedad de los padres chinos por "asegurar" que sus hijos entren a las mejores escuelas, cabe resaltar que está no es una realidad muy lejana, porque en Perú al igual que en otros países para ingresar a un colegio privado reconocido uno que lo tienes que hacer con mucha anticipación y dos que la competencia es bien fuerte. Por lo que no puedo evitar preguntar si estos niños ¿están siguiendo su propio ritmo o están siendo presionados o forzados por sus padres? 

Cuando apresuramos un ritmo de aprendizaje porque lo consideramos lento o necesario para poder encajar en el sistema, corremos el riesgo que los niños pierdan la sintonía con la frecuencia natural de su ritmo de aprendizaje. Les obligamos a utilizar ritmos que no les pertenecen, que a largo plazo puede entorpecer su aprendizaje, ya que no les dejamos disfrutar de su infancia y de sus logros sino más bien forzamos a que esas cosas sucedan, haciéndoles perder su libertad, autonomía. Por lo que aprender a respetar los tiempos de nuestros hijos me parece fundamental, para lo cual es importante confiar y tomar las cosas con calma, sin agobiarles. 

Los niños, desde que nacen empiezan a explorar el mundo que los rodea, por lo que deben ser los protagonistas de su propio aprendizaje. Porque, mediante la exploración, la curiosidad, la experimentación y la adecuada motivación van a descubrir y aprender cualquier cosa, pues recuerda este famoso refrán "Nadie nace sabiendo", todos llegamos a este mundo a aprender. Por lo que No debemos interferir en el desarrollo natural.

Cuando un niño no está preparado para incorporar un nuevo aprendizaje, por más que trates de motivarlo dándole un premio o incentivo, no sirve de nada porque simplemente no va a poder hacerlo. Aun así, seguramente tu pequeño intentará conseguirlo, pero al no lograrlo se frustrará, se pondrá triste y esto inevitablemente afecta su autoestima. Por lo que es recomendable cuando quieres que tu pequeño aprenda algo nuevo primero has el intento y si lo rechaza o no está preparado, espera unas semanas o un tiempo prudente y vuelve a intentarlo.  Es decir, acompáñalo en el proceso de aprendizaje siendo respetuosos en sus ritmos y siempre a través del juego.  

Tu puedes!!

Comentarios

Entradas populares

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *